viernes, 14 de octubre de 2011

La lealtad como base de éxito en las empresas.

De la lealtad de los clientes, accionistas y empleados depende el éxito en cualquier organización. El trato que demos a nuestros colaboradores adquiere una importancia vital, no sólo para mejorar la productividad, sino para mejorar las relaciones con los clientes y por consiguiente su lealtad.

Además, la relación con el empleado va a ser una de las variables críticas para diferenciarnos de nuestra competencia.


Hemos visto que el compromiso del empleado va disminuyendo de manera constante en los últimos años, incluso antes de comenzar la recesión. Esto es porque los empleados no saben cómo encajan en el panorama general, ni entienden como su rendimiento es crítico para el éxito organizacional


Según Michael Porter, el gurú de la estrategia, sólo existen dos formas de obtener una ventaja competitiva: una, a través de bajos costes y otra a través de la diferenciación, siendo estos dos conceptos la base de toda estrategia competitiva. Las empresas con éxito se mantienen consistentes en su estrategia, mejorando continuamente para diferenciarse de su competencia.


Lo que está claro es que, para desarrollar cualquier tipo de práctica y obtener una diferenciada ventaja competitiva, es fundamental
el factor humano dentro de la organización. Sin colaboradores motivados, implicados y comprometidos, es imposible alcanzar
cualquier objetivo como empresa.

Frederick Reichheld, autor del Best Seller “El efecto lealtad”, afirma que, “Sin empleados leales es imposible mantener una base de clientes leales”, pero, ¿cómo conseguir el compromiso total de nuestros mejores empleados?


Podríamos empezar por lo siguiente:

  • Lograr que cada uno de nuestros empleados, conozca a fondo cuál es su función en la empresa y qué es lo que se espera de ellos. 
  • Ofrecerles oportunidades reales de desarrollo y crecimiento dentro de la organización. 
  • Darles responsabilidades y poder de decisión. 
  • Fomentar la coherencia entre "lo que dice" y "lo que hace" la organización.
  • Alcanzar la máxima credibilidad por parte de los directivos. 
  • Reconocer su labor y recompensarles, reforzando los comportamientos positivos y demostrando aprecio de forma sincera y frecuente.
  • Hacerles sentir orgullosos de trabajar en la compañía. 
  • Fomentar el respeto por los demás.

Fuente : Manuel Romero Mendez

Socio Director MRM Foodservice Solutions S.L.

www.mrmsolutions.es